Iboru Iboya!
Mis mejores deseos para quienes reciban estas letras!
Según dice un sabio refrán, se hace camino al andar, y cuando se pretende mantener un sitio como este,
hay que buscar alternativas, porque en ocasiones se pierde el rumbo de lo que es conveniente escribir.
Buscando con cautela decidí que lo más funcional para divulgar y hacer entender esta filosofía, es
comparar el comportamiento de los humanos de este tiempo, con los Odus de Ifá y sus
enseñanzas.
Siguiendo ese criterio, hoy hablaremos de una parte de los postulados del 5to
Olodu en el Orden de Ifá, Iroso Meji, que se refiere al desconocimiento de cada ser humano
sobre su destino terrenal.
Cuenta el Ifá que a este Olodu le fue aconsejado en adivinación en el cielo, antes de su bajada a la tierra, que hiciera sacrificio con un gallo y una tortuga a las divinidades del Infortunio y el Obstáculo, Yeyemuwo
y Elenini , y un macho cabrio a Esù. Tambien se le dijo que le diera una guinea a su angel guardian.
El rechazó hacer los sacrificios, pero posteriormente ófrendó a Esu el macho cabrio.
Ifa le aconsejó que se presentara ante Olofin para obtener el permiso y pedir sus deseos terrenales. Se le
dijo que fuera con un gallo, una tortuga, y muchos otros ingredientes. El obtuvo todas esas cosas y las guardó.
Fue directamente al palacio divino y en la antesala de la habitación divina, se encontró con la divinidad del infortunio. A quien proclamó que habia ido con toda humildad a expresar sus deseos terrenales. Yeyemuwo
dijo que era demasiado temprano en la mañana para pedir deseos pues no habia comida preparada.
Entonces Iroso Meji extrajo de su bolso todo lo que la madre de los obstaculos demandó en su momento, como parte de sus tácticas de dilacion habituales, pero Iroso Meyi estaba preparado de manera absoluta.
Despues de esto, Yeyemuwo lo autorizó a que pasara ante Olofin a pedir sus deseos. Como estaba
prohibido arrodillarse en el suelo desnudo, lo hizo sobre la tortuga que habia llevado. Despues de pedir
todos sus deseos, Olofin lo bendijo con su masa divina.
Al escuchar Yeyemuwo el sonido de la masa, rapidamente terminó de cocinar para salir a su encuentro,
pero antes de que pudiera salir, Esu le hizo señas a Iroso Meyi para que partiera de inmediato hacia tierra.
Cuando la madre de los obstaculos salió de la cocina, le pregunto a Olofin por el hombre que habia estado
pidiendo deseos y el padre todopoderoso respondio que ya se habia ido. Ella le preguntó el por qué no le
habia pedido al hombre que solicitara deseos malos y buenos y Olofin replicó que no tenia la costumbre de intervenir cuando sus hijos estaban pidiendo sus deseos.
A pesar de los regalos que Iroso Meyi le hiciera a Yeyemuwo, ella partio en su persecución.
Al ver que no podia alcanzarlo, se quedó quieta, estiró el pulgar y le laceró profundamente la espalda,
esa es la linea hendida que corre a lo largo de la columna vertebral de todos los seres humanos, para
recordarnos constantemente lo menos que puede ocasionar sobre nuestro cuerpo el largo brazo del
infortunio por la negativa al sacrificio.
El dolor de la herida hizo que Iroso Meyi perdiera el conocimiento y cayera en un trance de oscuridad total. Al despertar se halló en una cama en la tierra.
Habia olvidado todo lo que sucedio antes.
Con esa marca, Yeyemuwo proclamó que el ser humano
nunca recordaría sus deseos celestiales al llegar a la tierra debido a que los ojos no pueden ver la parte de atrás del cuerpo
y que antes de ver sus deseos hechos realidad tendria que andar a tientas por largo tiempo
y pasar muchos trabajos
durante el proceso.
El estado de oscuridad simboliza la longitud del periodo de gestacion que vivimos en el útero, durante el cual perdemos todos lo recuerdos
de lo que planificamos hacer en la tierra. También es la longitud del tiempo que ifa se mantiene en el aceite de palma antes de que se
le traiga a la vida.
Como hemos explicado en anteriores ocasiones, es sólo Orúnmila, en su facultad de Testigo de la Creación, quien puede indicar a cada ser humano, el camino que pidió ante Olofin, y que olvidó en el proceso de
nacimiento.
Y hasta aquí por hoy aburos, seguimos divulgando para aprender
Salud y suerte,
Okanbi